En La Sagrada Familia, la vida comienza por una vejez muy cómica y entretenida, que evoluciona hacia la juventud haciendo un fade de formato hacia algo cada vez más experimental; terminando en una niñez profunda, para brindar al público uno de los principales objetivos de Circanario: un entretenimiento reflexivo.
Esta obra puede ser disfrutada por público de cualquier edad, teniendo la certeza de que cada uno de ellos se identificará con los personajes.
Malabares, acrobacia, aro aéreo, danza, cuerda vertical y la rueda Cyr son las técnicas puras a las cuales se le suma la propuesta lumínica y sonora que en conjunto con Quick Change (técnica de cambio rápido de vestuario y apariencia) acentúan el paso del tiempo.
La puesta en escena juega con el ritmo, el formato y humor incluyéndose las técnicas del circo para metaforizar las etapas de la vida intentando que la técnica en sí, tenga un significado propio más allá de la virtud al realizarla.