IMAGEN DE SAN JERONIMO
En posición orante. El pecho ensangrentado se debe al golpeo, que como penitencia, se autoinflinge con la piedra que lleva en la mano derecha. La mirada dirigida al cielo, las lágrimas que resbalan por su rostro y el crucifijo en la mano izquierda, hacen alusión a su religiosidad y capacidad de sacrificio. A sus pies aparecen sus dos atributos fundamentales: la calavera sobre la que descansaba, en referencia a la meditación en torno a la muerte y el materialismo, y el libro recuerda a su Vulgata. El conjunto es del s. XVIII, mientras que el león es del s. XIX (al igual que el crucifijo).